Antes de comenzar a leer la
rúbrica que servirá de evaluación al curso uno rápidamente se saca el traje de
docente, lo cuelga en su percha, y se pone nuevamente el traje de alumno.
Algunos botones ya no abrochan, pero no importa, hace calor.
Lo primero que uno intenta ver es
si comprende todo lo que será motivo de evaluación. Yo por ejemplo tendría que
refrescar cuáles son los aspectos
formales, conceptuales, procedimentales y emocionales del aprendizaje. Más
o menos con lo demás no tengo un problema inmediato. ¿Manejo las reglas de
etiqueta? Podría ser cuestionable, trataría quizás de no incluir en mi
portfolio una entrada con el título "La mía es más linda", ya
veremos.
No soy un especialista en
rúbricas pero puesto a analizar una lo primero que me surge es compararla con
las que elaboré para el módulo anterior.
Las categorías son más, ocho en total
con la misma escala de evaluación. Esto último no es una novedad ya que yo la
copié de aquí.
De las categorías de la rúbrica
las dos primeras evalúan el dominio de conceptos: de evaluación y de la
aplicación de TIC en procesos de evaluación. Las dos siguientes analizan la reflexión
que uno hace del proceso de aprendizaje, solo o en colaboración con sus pares.
Las restantes se refieren más al empleo de las herramientas incluyendo la
construcción del portfolio en sí. Se puede ver que no solamente se va a evaluar
el resultado obtenido sino también el proceso de construcción, tomando también
en cuenta en qué medida el aporte del grupo es utilizado en este proceso. Creo
recordar del video de Marilina Lipsman que ubicaba los e-portfolios justamente
en una categoría de aprendizaje centrado en la colaboración. Leer los
portfolios de mis compañeros supongo que va a ser una buena ayuda para
redondear lo visto. Todos pasamos por lo mismo ¿Qué aprovechó cada uno?
Siguiendo con la comparación
encuentro más exhaustiva la definición de los niveles de cada valoración. Me
queda igualmente la duda de qué tanto uno puede predecir el encuadre de todo lo
que va a encontrar. Por ahora me quedo con la idea de que es algo que probablemente
necesita ser pulido por la aplicación sucesiva en distintas instancias.
Los contenidos a evaluar me
parecen previsibles. Todavía no empecé a planear el portfolio, pero siento que
conocer la rúbrica a la vez me guía y me acota. ¿Qué sensación prevalecerá al
final? ¿La de mayor contención en la realización de una tarea o la de menor
libertad?
¡Hola Alfredo!
ResponderEliminarComo siempre, me encantó tu post.
Y me quedo con esto último que planteás sobre la mayor contención o la menor libertad. En mi post sobre autoevaluación, hacía ese comentario sobre lo bueno o no de que los alumnos tengan la rúbrica desde el primer día... Creo que parte de eso de menor libertad puede evitarse teniendo mucho cuidado en como se definen los objetivos esperados, por decirlo de algún modo.
Abrazos!
Caro
Además del análisis exhaustivo de la rúbrica y de tu propio recorrido (y muchas veces con un reflejo de los recorridos de alguno de nosotros) es un placer leer tus posteos (obviamente, también lo son los originales títulos y las imágenes) ya que en todos los leídos, alguna de las frases por vos escritas, parecían extraídas de mi mente o a veces con un dejo de un deja vu.
ResponderEliminarCon respecto a tu última frase, "conocer la rúbrica me guía y me acota", creo que debemos tomar lo bueno de la previsibilidad que nos aporta contar con la guía, pero animarnos a no perder la libertad, ya que ella nos permite crear o innovar, lo que nos lleva a la creación de nuestro propio conocimiento, permitiéndonos de este modo contar con un pensamiento del orden superior.
Nos leemos
Patricia