Esta maravilla plegable tiene una
herramienta para cada ocasión. Nada más adecuado para un ejército tan pacífico,
que puede así contar con armas imprescindibles para sus arriesgadas misiones.
Me refiero por ejemplo a un afilado sacacorchos, para enfrentar a un valeroso
Riesling, o blandir si es necesario el escarbadientes, para acabar para siempre
con el embate de un belicoso codillo ahumado.
Pero no quiero irme por las
ramas, sobre todo teniendo en cuenta mi peso actual. Quería usar la imagen de
este polifacético instrumento para representar la enorme gama de posibilidades
que brinda la herramienta “Formulario” de Google Drive.
Yo en lo personal solo la había
empleado para hacer encuestas, a veces para recopilar datos para ser utilizados
en clase, otras para que los alumnos hagan una evaluación de la cursada.
Tratando de sintetizar lo visto
hasta ahora el trabajo de Churches me llevó a plantearme cuántas de las
preguntas que hago o veo hacer en los exámenes de la cátedra llegan a despegar
algo de los niveles más bajos de habilidades de pensamiento. Casi todo es
recordar, a lo sumo entender. En el post anterior planteaba si un análisis real
debería tomarse en un final. Creo que tampoco a los alumnos les gustaría.
Docentes y alumnos se sienten más cómodos con una evaluación de menor nivel.
Más fácil para preparar, más fácil para contestar, más fácil para corregir.
Después cuando haga falta entenderemos, o lo preguntamos a alguien.
Una duda que me quedó ¿Por qué
eso de que solamente en el dominio cognitivo están las tareas de aprendizaje?
Yo creo enseñar cosas que tienen que ver con el dominio psicomotor, tareas
manuales de laboratorio que rara vez son evaluadas. Por ejemplo: cómo trabajar
asépticamente, cómo hacer un aislamiento de una bacteria, cómo enfocar un
microscopio. No es lo mismo recitarlo, habría que demostrar que el alumno lo aprendió a hacer.
Volviendo al formulario sobre
todo me lo imagino para dejar evaluaciones formativas, no necesariamente
obligatorias que sirvan como guía para las distintas unidades, hablo de algo
complementario a una clase presencial. Pero acá sí, con preguntas en serio, que
cueste contestarlas y que den una oportunidad de discusión. No esos
cuestionarios de orientación donde se sabe que en la primera pregunta la respuesta
es el primer párrafo de la guía y así sucesivamente. No necesariamente tienen
que ser preguntas largas. Uno de mis docentes adoptivos en este curso hizo una
muy buena y corta, algo así como Señale
en una pancarta cuál es su visión del posfordismo.
Al igual que la navaja suiza el
formulario brinda muchas posibilidades. El beneficio que pueda o no sacarse de
él dependerá sin embargo del modo que uno lo utilice. Si, como dice Perkins, se
seleccionan los tópicos, las metas y las actividades adecuadas, un buen formulario
puede servir para lograr a distancia generar habilidades de pensamiento de
orden superior. Pero también puede transformarse en uno de esos exámenes
conductistas que aparecen al final de los tutoriales de los programas.
Felicitaciones, usted ya a aprendido a cortar y pegar.
Uno no debería deslumbrarse por
el barniz de modernidad que da la tecnología y
que puede encubrir un examen muy vetusto. Los exámenes pueden ser útiles
o inútiles con o sin tecnología.
Después de todo fue con cuchillos
y no con Victorinox que los soldados del General Giap ganaron sucesivamente sus
batallas, nada menos que contra tres miembros del Consejo de Seguridad.
Por qué pensás que "...solamente en el dominio cognitivo están las tareas de aprendizaje"? Lo viste en alguno de los textos? Los procesos cognitivos que tomamos en consideración para evaluar, debieran ser considerados en la planificación de las clases, tal como vos sugerís..Dependiendo de lo que tengamos que enseñar, será conveniente definir el tipo de estrategia que se considere más conveniente que los alumnos pongan en juego. Por lo general, se sugiere trabajar con más de un dominio cognitivo y la explicitación de los mismos nos ayuda a acordarnos que hay más cosas para trabajar con los alumnos que el "recordar", tal como vos mencionás. Nos seguimos leyendo. Cariños!
ResponderEliminarLo leí en el texto de Churches en la página 2
ResponderEliminarANTECEDENTES DE LA TAXONOMÍA DE BLOOM
En el año de 1956, Benjamín Bloom, psicólogo educativo que trabajaba en la Universidad de Chicago, desarrolló su taxonomía de Objetivos Educativos. Dicha taxonomía se convirtió en herramienta clave para estructurar y comprender el proceso de aprendizaje. En ella propuso que este último encajaba en uno de los tres dominios psicológicos, el Cognitivo. Recordemos cuales son estos tres dominios:
el dominio Cognitivo – procesar información, conocimiento y habilidades mentales
el dominio Afectivo – actitudes y sentimientos
el dominio Psicomotor - habilidades manipulativas, manuales o físicas
Hola Alfredo!
ResponderEliminarSiempre un placer leerte, de verdad me encanta!
Te entiendo perfectamente en esto de las habilidades psicomotoras... mis alumnos son de primer año y uno de los objetivos de la currsada y sobre todo del primer TP (y lo explicitamos por escrito) es aprender a manejarse en el labo, conocer las herramientas y desarrollar las habilidades... y si bien estando ahí le damos mucha bola a qué es lo que hacen los alumnos y si intentan superar las dificultades que uno les marca... eso queda sólo en una evaluación tipo conceptual que vamos haciendo las docentes... Quizás, en materias más avanzadas va combrando más peso... sin ir más lejos, en algunas materias de mi carrera, esto tiene mucho peso...