martes, 26 de noviembre de 2013

LA MÍA ES MÁS LINDA


Este título patotero busca sincerar la belicosidad que se nos va acumulando en estas últimas semanas del año, con calores precoces y tareas que se van juntando y que tienen que ser resueltas si o si antes de que termine diciembre.

Retomando la compostura aclaro, para el lector que venga de otro lado que no sea el foro correspondiente, que estoy comparando las rúbricas de Patricia Fernández (Nº 2387477) con la mía (Nº 2387287).

En la rúbrica se trata de evaluar la preparación de un menú para seis comensales. Comenzando la comparación veo que ambos usamos la misma plantilla de partida, Destrezas de trabajo colaborativas, que yo elegí con alguna duda y solo porque ninguna otra se ajustaba mucho a la tarea.

En la escala de valoración ya pierdo algunos puntos, porque la de mi compañera es imaginativa y yo solo pongo algo más clásico. Ambos establecemos 4 categorías, calculo que la más baja correspondería a un desaprobado y las tres siguientes a aprobados con más o menos honores.

El resto de la rúbrica es bastante similar. Patricia hizo hincapié en la primera categoría en la parte nutricional, que yo pasé por alto. Las categorías de proceso y presentación fueron bastante parecidas, mientras que en la categoría de procesamiento de alimentos ella juzga tanto las prácticas de higiene como la contaminación de sabores. Yo esto último lo pasé por alto, no se si no podrían ser dos categorías aparte ya que pueden ser bastante independientes.

En mi rúbrica la categoría tiempo está pensada más como tiempo para elaboración del plato y en la de Patricia tiempo de espera entre platos.

Yo incluí algunas cosas previas al proyecto, que quizás ya fueron analizadas en alguna etapa anterior, como el ajuste a un imaginario presupuesto o la combinación elegida para el menú, que quizás podrían obviarse si solamente estamos juzgando la etapa de elaboración.

La conclusión que me queda es que es muy subjetivo decir cuál es mejor. Tendríamos que saber lo que queremos evaluar. Cada uno se imaginó una situación ligeramente distinta y creo que para esa situación particular las dos podrían funcionar.

4 comentarios:

  1. Alfredo;
    Podría comenzar diciendo que estás equivocado y mi rúbrica es, sin duda, mejor. Pero, como también comenté en mi blog, la construcción de las categorías es, como decís, subjetiva. Con los datos de que disponíamos, imaginamos un contexto, unos contenidos y unos alumnos y la construimos desde esa visión. ¿Es correcta? Para determinarlo deberíamos conocer todos los datos. Pero siempre tendrá una cuota de subjetividad.
    En el caso de trabajar en equipos docentes, ¿qué hacemos? ¿Construimos cada uno su rúbrica y corrige a partir de ella? ¿Armamos juntos la categoría y cada uno corrige una parte de los trabajos?
    Nos leemos.

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  2. Hola Patricia, yo creo que para un trabajo en equipo habría que construirla en equipo y utilizar todos la misma. Al menos por lo que hicimos nosotros, incluyo a Javier que también tenía una bastante parecida, creo que si supieramos cuál era la tarea practicamente no hubieramos tenido diferencias de criterio en valorar lo que era más importante. También supongo que podría ir puliéndose con el uso a lo largo de los sucesivos cursos, teniendo en cuenta la opinión de todos los que la utilizan. Gracias por el comentario!

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  3. Hola Alfredo, antes que nada gracias por el comentario en mi blog, respondí tu pregunta porque me motivó muchísimo a pensar. Luego, en el debate con Patricia, acuerdo que si uno trabaja en equipo debería haber una sola rúbrica. El gran desafío de ese equipo sería, en buena medida como está sugerido en lo que señala Alfredo, acordar las categorías y, principalmente, sus descripciones. Ese debate, me imagino, generaría un lío interesante, pero al mismo tiempo si hay acuerdo, una propuesta superadora. ¿No nos pasa de escuchar a algunos alumnos que los criterios con los que corrigen los docentes de una cátedra son diferentes?, ¿eso es correcto? Sin duda, aún con una única rúbrica la subjetividad seguirá jugando, pero creo que en menor medida a si todo está dejado libre a nuestra total arbitrariedad.

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  4. Interesantes estos comentaros. Recién comentaba en mi blog la posibilidad de pensar la construcción de una rúbrica como una tarea colaborativa, de la que participen docentes y estudiantes. Creo que el valor metacognitivo de la actividad puede ser grande, al igual que la posibilidad de poner en debate qué y cómo evaluamos. También vale esto al interior de un equipo docente!

    Saludos!

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